Cuando eres maestra no hace falta ningún detalle para agradecerte
tu trabajo, ya que es tu trabajo. Muchas veces, sobretodo en los más peques,
la recompensa más grande puede ser una sonrisa, un señoo! cariñoso, una
mirada dulce de admiración...
Pero cuando el agradecimiento viene por parte de los padres es mucho
mayor, ya que ellos no están dentro de tu clase día a día, sino están
agradecidos porque han visto en sus hijos el fruto de tu trabajo y tu
esfuerzo. Entonces ves recompensado todas tus acciones, discusiones,
juegos, horas de programación, historias, preparación, imaginación...
y un sinfín de hechos muchas veces más de una madre que de una
maestra, pero tan reconfortante...
Por esto un detalle para cualquier profe, y si es casero mejor,
es una idea estupenda.
Unas galletas hechas por ellos, un detalle de los alumnos, una nota
con una flor, unas fotos ...
Me gusta inculcar a mi hijo este sentimiento de agradecimiento
por esto le hago partícipe de estas cositas.
Y este fue el resultado;
¡Espero que os halla gustado!
¡Espero que os halla gustado!
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