las personas pasamos de la incredulidad del momento,
a la más absoluta desesperación,
el reconcome de la rabia,
la soledad de la pena,
la mirada nublada y..
por fin, sin poderlo evitar...
surgen las lágrimas, las lágrimas amargas, las lágrimas con sollozo,
las lágrimas que llegan hasta las comisuras de los labios y
notas su sabor entre salado-amargo por el momento...
Pero de repente..llega una mano,
una pequeña e inocente mano..
que te seca esas lágrimas, que abraza tu cuerpo,
que besa tu mejilla ...
Y respiras profundamente y piensas...
la suerte quizás no viene porque la suerte
llegó el día en que tú,
mi pequeño,
entraste en mi VIDA.
...GRACIAS...
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